viernes, 27 de noviembre de 2020

¿Cómo saber cuál es Mi Elemento?

Si iniciaste el camino de Descubrir mi Ikigai, la pregunta que tal vez te surgió es, ¿Por qué razón, ilusión  me levanto cada mañana?

Saber si estás o no en tu elemento puede ayudarte a a descubrir tu Ikigai ¿Y esto qué significa?. Por ejemplo, el pez que nada en el agua, no piensa si le gusta o no el agua, simplemente está en su elemento. Estar en tu elemento, es allí donde confluyen las cosas que te encantan hacer y las que se te dan bien (Ken Robinson)

Todas tenemos habilidades que pueden servirnos de estímulo para alcanzar mayores logros y satisfacciones. 

Para estar en tu elemento, es necesario reconocer que se tienen que dar dos características principales:

1) Capacidad (lo entiendo): Es la facilidad natural para hacer las cosas. Por ejemplo, te sale natural y bien, bailar, escribir, cocinar, hablar. Nuestras capacidades, son muy personales. Descubrir lo que puedo llegar a ser, es saber lo que somos capaces de hacer. 

2) Vocación (me encanta): No es suficiente tener capacidad natural, también es necesario apasionarte y sentir placer por lo que hacés.

Además tienen que darse estas dos condiciones:

a) Actitud (lo quiero): Es la perspectiva personal que tenemos de nosotras mismas, como la perseverancia, la confianza en una misma, el optimismo y la forma de percibir nuestras circunstancias. 

b) Oportunidad (¿dónde está?): Que se den las oportunidades adecuadas te permitirá conocer cuáles son tus aptitudes y hasta donde podrías llegar. Encontrar, crear y aprovechar las oportunidades, se produce si nos relacionamos con otras personas que compartan las mismas aficiones y puedan comprometerse con lo que desean. 

Ker Robinson, el su libro El Elemento, nos invita a descubrir nuestro elemento. Hacerlo es recuperar capacidades sorprendentes en tu interior y a través de su desarrollo, podrás dar un cambio radical en tu entorno laboral, relacional, en definitiva, en tu vida.

Si lo querés, ya podés averiguar si lo que hacés o vas a iniciar, coincide o no con tu elemento.

Una forma de iniciar, es pensar qué te motiva, entendiendo que la palabra motivación significa, movimiento. 

Y entonces a ti ¿Qué es lo que te mueve? ¿Eso que te mueve confluye entre tu capacidad y vocación? ¿Qué hacés para que se den las dos condiciones necesarias: la actitud y las oportunidades?  



jueves, 19 de noviembre de 2020

Descubrir mi Ikigai

Gracias vida, por este nuevo día, por esta nueva oportunidad de decidir sobre qué quiero hacer para lograr la calma, bienestar y disfrute que tanto deseo en este momento. Si aún no leíste el post Arma, Ama, Alma tu Ser , tal vez puedas descubrir qué hacer para ponerle alma a tu vida.

En mi búsqueda sobre cuál era mi nuevo propósito de vida, a mis 55 años, comencé a leer diferentes artículos sobre misión de vida, valores, espiritualidad, mindfullnes y otras temáticas relacionadas. En esas lecturas, descubrí una palabra nueva para mí, ikigai.

“Ikigai es una palabra japonesa que no tiene una traducción exacta. El ikigai es el sentido de la vida o aquello que te hace levantarte con ilusión cada día. La palabra se compone uniendo iki, que significa «vida» o «estar vivo», y gai, , que significa «lo que vale la pena y tiene valor». Traducido literalmente sería, pues, «aquello por lo que vale la pena vivir». Según los japoneses, todos albergamos un ikigai, o incluso varios, en nuestro interior, aunque aún no lo sepamos. (El método ikigai, Despierta tu verdadera pasión y cumple tus propósitos vitales de Héctor Garcia y otros, 2017, p 7)

Conocer tu Ikigai, propósito de vida, misión de vida..., es la razón de ser, es el motivo por el que cada mañana te levantás 😍

En el siguiente link, https://www.ted.com/talks/emily_bidle_ikigai_the_secret_to_a_purposeful_life?language=es, encontrarás algunos tips,  para comenzar a preguntarte ¿Cuál es mi Ikigai?. 



martes, 10 de noviembre de 2020

Agradecer en Vida, nos completa

 

Las que hemos trabajado en relación de dependencia, tal vez aún sigamos haciéndolo, siempre nos dijeron que tenemos que conocer los valores de las organizaciones a las que le ofrecemos nuestro servicio y así poder alinearnos a su misión organizacional. En definitiva, esto es la razón por la que existen las organizaciones. ¿Pero qué hay de nuestros valores? ¿Qué hay de nuestra misión en la vida? Es verdad que, si no decidimos autoconocernos, no es tan simple saber cuáles son nuestros valores esenciales, rectores de cada decisión que elegimos. Cuando valor y decisión, no son congruentes entre sí, nos generan estrés.

En una oportunidad escuché al Dr López Rossetti decir que “el estrés es sufrimiento, de la mente pasa al cuerpo”. Te dejo el link, por si querés escuchar la nota completa https://www.youtube.com/watch?v=6tRfAl77pPw

Entonces podemos deducir que si estamos estresados es porque estamos sufriendo. El secreto es averiguar ¿Por qué sufrimos? El sufrimiento extendido en el tiempo puede producir un infarto y con él es muy probable que terminemos muriendo.

Si bien la muerte, es algo que sí o sí va a suceder, aún es un estado al que nadie (podría asegurar) quiere llegar. Entonces cuando alguien cercano muere, se nos activan emociones y sentimientos hacia esa persona que ya no está y hacia nosotras mismas, que podríamos dejar de estar junto a nuestros seres queridos.

En estos días falleció, un ex estudiante y colega, Martín Tálice, soñador innato, comprometido con cada persona y organización con la que se relacionó. Si querés conocer más sobre Martín, te dejo un link en donde encontrarás información valiosa https://ciudadelamiciudad.com.ar/fallecio-el-actor-y-director-teatral-martin-talice/

Alguna vez leí, ¿el día que te mueras, qué te gustaría que digan de vos, los que te conocieron? Eso que dirían de vos, es la huella que dejaste en ellos. Aunque siempre lamento que esas palabras, no se digan en vida. Estoy segura que Martín disfrutaba de cada palabra o gesto de agradecimiento y reconocimiento. 

Por eso, te invito a hacer un listado de aquellas personas a las que te gustaría decirle lo valioso que fue o lo es en tu vida, sin esperar a que muera, para que se lo digas. Hace un tiempo, que empecé a hacerlo y te puedo asegurar que es muy gratificante el ida y vuelta que se produce.

 Hoy más que nunca, Gracias a la vida que me ha dado tanto….💓



Atardecer en el mundo


miércoles, 4 de noviembre de 2020

Vivir en valores, reducir el estrés

 

“Gracias a la vida que me ha dado tanto….” ¿Qué ejercicio tan interesante, el de la gratitud, cierto? Es increíble, tomar consciencia por todo lo que tenemos que agradecer, sin embargo, hay estudios que revelan que la mayor cantidad de nuestros pensamientos son negativos y que de alguna manera repercuten en nuestro cuerpo. En palabras del Dr. argentino, Daniel Rosetti, “Lo que pasa en la mente, pasa en el cuerpo. Esos pensamientos que nos hacen sufrir, producen estrés”.

Como lo comentara en el primer post, https://almatuser.blogspot.com/2020/09/autoconocerse-la-antesala-de-lo-que_21.htmlReconocer, comprender y manejar cada emoción, cada sentimiento, te permitirá alcanzar el equilibrio entre la razón y la emoción y así lograr el tan ansiado bienestar personal.

Simón Dolan, Dr en Psicología del Trabajo, desde 1976 realiza estudios sobre estrés y valores, llegando a la conclusión que el 90% de los infartos que sufrían personas menores de 50 años y sin antecedentes previos, estaban directamente vinculados al trabajo. Profundizando en su investigación, concluyó que el estrés es el resultado de la incongruencia en nuestro sistema de valores. En su libro, Coaching por valores, expresa que los valores son palabras cargadas de significado. Cuando se clasifican y traducen en conductas concretas, en consonancia con nuestros objetivos y compartidos con las personas que nos importan, se convierten en potentes herramientas que nos guían (…).

Cuando hice este ejercicio, de ver si mis pensamientos y acciones eran congruentes con mis valores fundamentales actuales (sí actuales, estos pueden cambiar de acuerdo al momento que estemos viviendo), pude descubrir que los valores son el vínculo fundamental entre nuestras creencias y nuestro comportamiento. Por ejemplo, si mi valor fundamental es la calma, trabajar en una organización o relacionarme con personas que me “quiten esa calma que tanto busco”, me genera estrés y todo lo que ello implica.

Si te interesa averiguar tus valores fundamentales y ver si están alineados con tus pensamientos y acciones, enviame un mail a profelilianasalazar@gmail.com., que estoy organizando un taller gratuito sobre pensamientos, acciones y valores y me gustaría poder compartirte algo de lo que aprendí sobre Vivir en valores 😍


Jujuy, Argentina