Tal vez te estés preguntando, ¿en qué momento pasó tanto tiempo? Y entonces te invaden todas las emociones juntas, recordando, añorando y pensando lo rápido que se te pasó la vida y con ella, tantos deseos cumplidos y otros tantos por realizar.
¡Lo maravilloso es que
aún podés volver a empezar! Sólo a través de las
decisiones que elijas podrás cambiar, mantener o modificar situaciones del día
a día.
Quizá, pienses que ya ha
pasado la oportunidad para iniciar nuevos caminos y dejaste que mágicamente
cambiara aquello que te incomodaba. Y es muy probable que cada día te levantes,
diciendo:
- “Necesito comenzar a caminar, necesito
moverme”
- “Ahora que mis hijas están grandes, puedo
iniciar esa carrera que tanto me gusta”
- “Cuando pueda, voy a hacer ese viaje
tan soñado”
- “Quiero comer saludablemente”
- "Quiero emprender ………, esto es lo que
siempre me gustó”
¿Qué otros tantos deseos postergados y con ganas de ser cumplidos, te resuenan?
Seguramente te estés
contando, ¡pero no es tan fácil empezar de nuevo y menos a esta edad, en esta
época y en este país (seguro da lo mismo donde vivas ☺ ! Y
tanto como que pienses que sí podés como que
no podés, tenés razón (Ley de la expectativa).
Hace un año,
decidí iniciar un camino de autoconocimiento que me permitió redescubrirme y
tomar consciencia de mis emociones, pensamientos y acciones. A pesar de
mis logros profesionales como docente, mentora
y formadora, en el ámbito profesional, no me sentía plena.
En búsqueda
de respuestas, comencé un camino maravilloso de desarrollo personal, que me llevó
de alguna manera a profundizar mi despertar espiritual y un replanteo a nivel profesional.
Entre las varias acepciones del concepto de satisfacción, la real academia,
la define como: Razón, acción o modo con que se sosiega y responde enteramente
a una queja, sentimiento o razón contraria. La cuestión está en cómo respondemos a este sentimiento.
El Dr Daniel Rossetti, nos recuerda, en su libro Emoción y Sentimientos, que somos seres emocionales que razonamos. Y así como la mezcla de los colores primarios: rojo, verde y azul, originan los colores de la naturaleza; las seis emociones básicas: miedo, ira, alegría, tristeza, asco y sorpresa, dan origen a todos los sentimientos.
Simplemente seis emociones, todos los
sentimientos. Ya podrás deducir que emoción y sentimiento, no son sinónimos.
Cuando hacemos un licuado en el que mezclamos razones y emociones, producimos
pensamientos, juicios, vivencias y acciones, dando lugar a sentimientos como el
amor, la fe, la culpa, la vergüenza, la envidia, el odio y los celos, entre
otros.
Reconocer, comprender y manejar cada emoción, cada sentimiento, te
permitirá alcanzar el equilibrio entre la razón y la emoción y así lograr el
tan ansiado bienestar personal.
Como verás, la emoción es un concepto multidimensional que incluye tres sistemas de respuestas muy entrelazadas.
Por ejemplo, ante la insatisfacción profesional, puede que sintamos miedo
al cambio. ¿Qué respuesta surge ante esta amenaza?
1) Reacción física o fisiológica: puede que suba
la presión arterial.
2) Reacción expresiva o conductual: el rostro
reaccionará con miedo.
3) Reacción vivencial: lo que se siente y
hace consciente. A esto lo llamamos,
sentimiento. En este caso, puede que se sienta preocupación porque ya la
profesión no produce la satisfacción deseada.
En palabras del Dr Rosetti, transitar por cada una de las emociones básicas (algo ancestral y automático) y sentimientos (sistema procesado con múltiples manifestaciones), es una oportunidad para autoconocerse y así saber lo que realmente queremos.
Mi mantra hoy es: Ser, hacer y tener. ¿Será
posible crecer profesionalmente sin un desarrollo personal previo? Yo, no pude
¿Vos, qué pensás?
No hay comentarios:
Publicar un comentario