miércoles, 27 de enero de 2021

Escuchar mi corazón de la mano de los ángeles

 

"Cuando creíamos tener todas las respuestas, de pronto, cambiaron las preguntas".

Mario Benedetti 

Como docente, durante muchos años, muy pocas preguntas me hacía. De hecho, busqué en mi formación académica universitaria, herramientas y conocimientos que me permitieran dar respuestas a tantas problemáticas que afrontaba diariamente en las instituciones educativas donde trabajaba y que muchas veces, desconocía cómo abordarlas. Y si bien estamos en una época de preguntas más que de certezas, como lo afirmaba uno de mis profesores, Ing. Carlos Mundt (reconozco que me molestaba escucharlo). También es real que si se continúa una carrera universitaria, es para desarrollar habilidades y capacidades, además de adquirir conocimientos, que nos convierta en una profesional exitosa. ¡El tiempo le dio la razón al Ing Mundt y a mí también!

Lo maravilloso de esos años de estudio, es que me crucé (no casualmente) con personas y situaciones que nutrieron mi Ser. En mi desarrollo profesional, con muchos objetivos logrados pude descubrir que toda formación ayuda a crecer profesionalmente, pero sino hay un trabajo personal y espiritual, podemos continuar sintiendo un vacío, que ningún trabajo o formación puede suplir. Y no quiero caer en otra certeza, pero muchas experiencias de vidas, incluyendo la mía, lo afirma.

Ante la consulta interna y a otras personas de cuáles son esas nuevas preguntas, ante tanta disconformidad, puedo comprobar que no las hay. Es mucho trabajo pensar preguntas que nos lleven a encontrar esa respuesta que realmente necesitamos para sentirnos plenas.

Tenemos verdades, certezas, respuestas…que nos mantienen en la zona conocida. Aunque esa afirmación sea “siento infelicidad “, es una certeza y eso (aunque sea terrible) nos da seguridad. Lo sabemos 😟.

La pandemia que estamos viviendo a nivel mundial, trajo un grado de incertidumbre que hizo caer muchas estanterías, no solo a nivel interno en cada persona sino en políticas de estado. Siento, que, en algunos casos, trajo luz a mucha sombra. Y descubrirlo incomoda…Hacernos preguntas, nos sacude. La incertidumbre, nos agobia….Tal vez sea momento de descubrir nuevamente mi Ikigai

En lo personal, comencé a escuchar a mi corazón de la mano de los ángeles.  En nuestro corazón💖, está la respuesta para esa pregunta que incomoda. Comenzar a escucharlo es una habilidad que se desarrolla. Y cuanto más lo practicás, más rápido te escuchás 🦋.

Te invito a hacerte esa pregunta que te incomoda (nadie tiene porque saberlo) y pedile a tu ángel de la guarda que te dé esa respuesta que necesitás para ser un poco más feliz. Cuando tengas la respuesta, pregúntate qué sentirías si tomaras esa decisión que tu corazón te dice. ¡¡¡Si sentís calma, esa es la respuesta!!!

¡Feliz vida!



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario